Meses, muchos meses hace que no escribo. Razones para no haberlo hecho… no tengo… excusas… tampoco : ) simplemente me han faltado tiempo/ganas o fácil porque me accidente, por poco me fui a la otra y estuve con el brazo mal todo este tiempo… bueno… lo que sea.
Lo que me ha traído de vuelta desde las profundidades de mi tranquila y alegre vida empresarial no puede haber sido otra cosa que mis queridos Comerciales Bodrio… sí, sí, esos comerciales aparentemente hechos con el orto por una sarta de ojetes… que encima cobran bien por dizque ser creativos.
Ahora, el comercial al que haré mención no es otro sino el de una golosina de nuestros años mozos, nuestro siempre compañero de cine Sublime y si bien el comercial es cojudo, cojudo y cojudo, no deja de dar risa… Miren sino…
Es que, como diría una amiga, ver a un feo/fofo/feto mover su ya de por sí graciosa anatomía es algo que hace cagar de risa a cualquiera, como a ese patín del polo rojo o a la flaca de atrás (vergüenza ajena, que le dicen)… Ahora, de hecho este tipo de cosas me llegan al trozzzzo pero por amor (miren qué horrible es eso de los love-marks) a mi querido chocolate Sublime, diré que este comercial no es un pedazo horrible de basuuuura sino un simple y llano comercial “bazofita” (De bazofia, pero pequeña).
Hasta la próxima.
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